lunes, 29 de octubre de 2012

hola un poco de la historia de michoacan

Historia De Michoacan De Ocampo


Morelia fue fundada el 18 de mayo de 1541 por Juan de Alvarado, Juan de Villaseñor y Luis de León Romano, por mandato del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza y Pacheco. Su nombre en la época prehispánica fue Guayangareo, en la época colonial española primeramente recibió el nombre de Ciudad de Mechuacán, que cambió en 1545 por ciudad de Valladolid en honor a la ciudad homónima en España. En 1828 cambió de nombre por Morelia en honor al héroe de la independencia de México José María Morelos y Pavón, quien nació en esta ciudad. El gentilicio de su población es moreliano. La ciudad se encuentra situada en un amplio valle antiguamente llamado Valle de Guayangareo, en el centro-norte del municipio, el cual se encuentra rodeado de lomas y colinas entre las que destacan al este el cerro del Punhuato, al oeste el pico del Quinceo, al sur las lomas de Santa María y el pico de El Águila.  


Guayangareo

Guayangareo fue el primer nombre del lugar en el que ahora se ubica la ciudad de Morelia, Michoacán. Este nombre le fue dado por los purépecha, quienes se asentaron en la zona lacustre de Pátzcuaro. En el valle de Guayangareo aparecieron los primeros vestigios humanos hasta el siglo VII d. C. y han sido relacionados con la cultura teotihuacana; fueron localizados en las inmediaciones de la presa de Cointizio, así como también en la loma de Santa María. El lugar fue despoblado poco después y ocupado nuevamente hasta el establecimiento de los matlatzincas (segunda mitad del s. XV), quienes llegaron con el consentimiento de los gobernantes purépechas por su apoyo para combatir a los Tecos del actual territorio de Jalisco.
Cristóbal de Olid pasó por el lugar en 1522 cuando fue a sostener una entrevista pacífica con el gobernante purépecha, siendo la primera vez que pies europeos hollaban suelo guayangarense.  Entre los años de 1525 y 1526, Gonzalo Gómez tomó posesión de terrenos pertenecientes al valle de Guayangareo. Entre 1530 y 1531 los franciscanos Antonio de Lisboa y Juan de San Miguel llegaron al lugar para construir una capilla dedicada a San Francisco de Asís y el primitivo colegio de San Miguel Guayangareo, a fin de facilitar la evangelización de los naturales del lugar. En 1537 la reina Juana de España (conocida como “La Loca”) envío una real cédula para ordenar el establecimiento de una ciudad española en Michoacán que debería llevar por nombre “Valladolid”. El virrey Antonio de Mendoza conoció el valle de Guayangareo en 1540 y al año siguiente ordenó la fundación de una ciudad en el lugar, siendo ésta fundada, el miércoles 18 de mayo de 1541 a las 8 de la mañana por Alonso de Toledo, Juan de Alvarado, Juan de Villaseñor y Luis de León Romano, bajo el nombre de "Ciudad de Mechuacán" y no “Valladolid”, como había sido ordenado por al reina. Por disputas con la ciudad de Pátzcuaro, que ser por entonces capital de la provincia también ostentaba el título de “Ciudad de Mechoacán”, el nombre se cambió a Valladolid (6 de febrero de 1545) y se le concedió el título de ciudad. El escudo de armas le fue concedido en 1553. Entre 1575 y 1580 fueron trasladados los poderes e instituciones gubernamentales de Pátzcuaro hacia Valladolid, con lo que se aceleró su crecimiento durante el resto del período colonial. También en la segunda mitad del siglo XVIII en esta ciudad nacieron o vivieron algunas de las figuras más importantes de la Independencia de México (Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Iturbide e Hidalgo).

Mechoacan

La Relación siempre se refiere a Tzintzuntzan con el nombre náhuatl Mechoacán o como Ciudad de Mechoacán [en 1534 se le confirió a Tzintzuntzan el título de Ciudad e Mechoacán por cédula real pero ya desde antes los españoles usaban ese nombre para referirse al lugar. Aunque para la época en que se redactó la Relación la ciudad había sido trasladada a Pátzcuaro, cuando su autor menciona la ciudad de Mechoacán siempre se refiere a Tzintzuntzan].

La historia de Mechoacán, según los datos de la Relación, se remonta a la época en que Pauacume y Vapeani eran señores en Vayameo, cuando el sitio estaba ocupado por un grupo de gente que adoraba a la diosa Xaratanga y cuyo señor era Tariyaran. En una ocasión, los sacerdotes de Xaratanga borrachos se pusieron los atavíos de la diosa, por lo cual ésta se enojó, hizo que les cayera mal el vino y escondió los peces que las hermanas de los sacerdotes buscaban en el lago para quitarles la borrachera. Al no conseguir peces, las mujeres llevaron una culebra y al comérsela los sacerdotes se convirtieron en culebras, entraron al lago, las vieron los chichimecas que estaban en Vayameo y, tanto éstos como los de Mechoacán, tomaron el hecho como augurio y decidieron dejar sus respectivos pueblos. Mechoacán quedó abandonado durante varios años hasta que Hiripan y Tangaxoan paulatinamente volvieron a ocuparlo. Primero pusieron señales de guerra en un sitio llamado Quereta  parazicuyo, en Mechoacán, y poco a poco fueron estableciéndose allí pues había buenos árboles y muchos venados, conejos y pájaros: "es lugar que convida para estar en él". Luego sembraron maíz y frijoles y cuando los cosecharon llevaron las primicias a Pátzcuaro para ofrecerlas a Curicaueri. Entonces Tariacuri decidió enviar a su hijo Hiquingaje a vivir con sus sobrinos. Éstos hacían penitencia en una cueva llamada Patuquen y allí recibieron a Hiquingaje. Pasado un tiempo, Tariacuri dio a sus sobrinos una parte del dios Curicaueri para que le hicieran un altar y le llevaran leña. Éstos no hicieron un altar sino que construyeron un templo, una casa de los papas, una casa del águila y una troje para guardar los atavíos del dios. Cuando Tariacuri se enteró, se enojó con ellos porque no tenían gente para sacrificar en el templo e incluso intentó matarlos, pero después reconoció que él era responsable de lo que habían hecho sus sobrinos e hizo un pacto con Barapame, el señor de Pacandan, según el cual éste mandaría cien hombres (al final sólo serán sesenta) a sembrar en la ribera del lago con el fin de que los chichimecas los cautivaran para sacrificarlos en el templo nuevo de Mechuacan (llamado Queretaro).


Los españoles, al mando de Cristóbal de Olid, entraron a Mechuacan en 1522 después de que los tarascos se rindieron en Api, un lugar cercano a la ciudad, y permanecieron allí durante cuatro meses. Antes de la llegada de Olid ya habían estado otros españoles en Mechuacan quienes fueron recibidos como dioses y quienes al regreso tomaron unas mujeres indígenas de donde se derivó el nombre de tarascos con el cual los españoles designaron a los habitantes de Michoacán. Otros dos españoles habían llegado a Mechuacan también antes de Olid, quienes pidieron gente para conquistar Colima.


Valladolid


Valladolid (6 de febrero de 1545) y se le concedió el título de ciudad. Se conservó el nombre de Valladolid hasta 1824, cuando en el Congreso Mexicano le dio el nombre de Morelia en honor a José María Morelos y Pavón. Su nombre viene del Pur'epecha y significa "Loma larga y achatada".  

El núcleo de los españoles avencindados en Michoacán, solicitó a la corona española les cediera terrenos para fundar una ciudad; la reina Juana, en cédula del 27 de octubre de 1537, se los concedió, y el virrey Antonio de Mendoza, para cumplir lo ordenado por la soberana, eligió el valle de Guayangareo como sitio ideal para formar esta nueva población, con el nombre de Valladolid.

Se distribuyeron solares y el alarife Juan Ponce hizo el trazo de la nueva entidad, a la que se trasldaron sesenta familias de colonizadores, nueve frailes, y algunos indígenas; el 18 de mayo de 1541, en el lugar donde hoy se ubica la plaza Valladolid, se levantó el acta de su fundación.

Carlos I de España y V de Alemania, en el año 1545 otorgó el título de ciudad a esta reciente población de La Nueva España, y en 1553, un escudo de armas.

Las autoridades civiles de la provincia de Michoacán se trasladaron de Pátzcuaro a la ciudad de Valladolid, en el año 1580; y allí, al crearse las intendencias, se estableció la cabecera de territorio, en 1787.

El surgimiento sociocultural de esta ciudad fue muy importante, no sólo dentro de la evolución de Michoacán, sino para el desarrollo histórico del país.



Morelia Michoacán


Epoca colonial


La conquista de Michoacán fue realizada por Cristóbal de Olid, en 1522 y continuada por Nuño de Guzmán en 1524. Durante los primeros años de la conquista Michoacán formo parte del llamado Reino de México, que abarcaba los actuales Estados de México, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Morelos, Guerrero, Veracruz, Tabasco, Michoacán, Guanajuato y parte de San Luis Potosí, Jalisco y Colima. Fue repartido en encomiendas a los españoles que participaron en su conquista. Las poblaciones más importantes se consideraron Alcaldías Mayores. Al constituirse en provincia, abarcó parte de los límites del imperio Tarasco.
 Fue Tzintzuntzan la primera capital de la provincia hasta el año de 1536, en que se erigió el Obispado de Michoacán, del que fue su primer obispo Don Vasco de Quiroga. Este, trasladó la sede eclesiástica a la ciudad de Pátzcuaro, la cual rivalizó por el título de Capital de Michoacán primero con Tzintzuntzan y posteriormente con Valladolid, fundada por el Virrey Don Antonio de Mendoza, en el año de 1541, en donde se estableció la sede provincial y eclesiástica 
después de la muerte de Vasco de Quiroga.
Durante este periodo de conquista, llegaron los religiosos primero de la orden de San Francisco, después los Agustinos, Carmelitas, Jesuitas y por último, los Mercedarios. Todos ellos se encargaron de evangelizar a los nativos y establecieron sus conventos a lo largo de la provincia. Destacan, Fray Juan de Moya, el apóstol de la Tierra Caliente; Fray Martín de la Coruña; Fray Jacobo Daciano; Fray Alonso de la Veracruz , gran sabio en su tiempo y también Rector del Colegio de San Pablo, en México, y fundador, en el pueblo de Tiripetio, de la primera Universidad o Casa de Estudios Mayores que hubo en el Continente Americano.

En 1776, la provincia se convirtió en Intendencia de Valladolid, reduciendo su territorio al que hoy ocupan los estados de Colima y Michoacán. Posteriormente, Colima se agregó a la Intendencia de Guadalajara, quedando el territorio con una extensión semejante a la que ocupa actualmente.
Durante todo el período colonial, la economía estuvo concentrada en manos de los españoles, quienes acapararon grandes extensiones de tierras, dando origen a innumerables haciendas así como a la explotación de los minerales en importantes poblaciones, como Tlalpujahua, Angangueo y Huetamo.
 Los Españoles, a través de diversos mecanismos legales tales como las encomiendas, repartimientos y trabajos forzosos, explotaron la fuerza de trabajo de los indígenas y de las diversas castas y esclavos, que se generaron en el proceso de mestizaje y colonización.

La educación estuvo restringida fundamentalmente para los españoles y sus descendientes directos y era manejada por el clero, el cual se constituyó en una clase social poderosa. Destacaron los Colegios de San Nicolás fundado en el siglo XVI, y el Seminario Tridentino de San Pedro y San Pablo, de Valladolid, fundado en 1773, los cuales contribuyeron al desarrollo cultural, en donde se prepararon los caudillos y dirigentes insurgentes que iniciaron el movimiento por la independencia desde mediados del siglo XVIII, se comienzan a dejar sentir las ideas de la ilustración, destacando: Francisco Javier Clavijero, Benito Díaz de Gamarra, José Pérez Calama y posteriormente, Miguel Hidalgo y Costilla, estudiante y rector del Colegio de San Nicolás. Fue en la Ciudad de Valladolid donde se realizó la primera conspiración por la independencia el 21 de diciembre de 1809, encabezada por García Obeso, Soto Saldaña, Juan José de Lejarza, José Ma. Izazaga y Vicente Santa María.

Ya iniciada la lucha, por el Cura Hidalgo, se unieron al movimiento los hermanos López Rayón, Ramón e Ignacio, quienes lucharon en el oriente michoacano y Don José María Morelos y Pavón, Cura de Carácuaro, quien lucho en tierra caliente, al sur del estado.

A la muerte de Hidalgo, la lucha se concentró en Michoacán. Ignacio López Rayón estableció en Zitácuaro el 21 de Agosto de 1811 el Primer Congreso Nacional Gubernativo o Suprema Junta Nacional Americana. El 22 de octubre de 1814, se decreto en Apatzingán la “Primera Constitución o Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana”. Ahí mismo, Don José María Morelos dio lectura a los “Sentimientos de la Nación“, en donde expresó el surgimiento de la Nación Mexicana, la supresión de las castas y se plasman los objetivos y contenidos ideológicos del movimiento independentista, que superó las aspiraciones de poder de los criollos para anteponer las del pueblo mexicano. Días más tarde se instaló el Primer Tribunal de Justicia, en Ario de Rosales.

Época de independencia 
La Guerra de Independencia, culminó sin sus mejores hombres. Valladolid fue tomada por Iturbide el 22 de mayo de 1821. La vida independiente comenzó con la creación del Estado de Michoacán, al expedirse el Acta Constitutiva de la Federación, el 31 de enero de 1824. Se instalo el Congreso Local Constituyente, el 6 de abril del mismo año. En el artículo 5º. de la Constitución Federal de 1824, Michoacán se incluyó como parte integrante de la Federación, en calidad de estado.

El estado fue dividió en 4 departamentos y 22 partidos por Ley Territorial de 1825, y el 19 de julio, contó con su primera Constitución política. Fue su primer Gobernador el Sr. Antonio Castro. A iniciativa del Congreso Local, se le cambio a la capital el nombre de Valladolid, por el de Morelia, en honor al Generalísimo Don José María Morelos.
 En diciembre de 1831, el IV Congreso Constitucional, decretó una nueva Ley Territorial en la que se subdividieron los Partidos en 61 Municipios y 207 Tenencias.
El establecimiento del centralismo implicó la pérdida de la autonomía y soberanía internas para la entidad, que pasó a formar uno de los departamentos en que se dividió el territorio nacional. La Ley de 30 de diciembre de 1836 que hizo esta división territorial dispuso, en su artículo 2º, que el territorio de Colima se agregara al Departamento de Michoacán.
 El 22 de agosto de 1846, el General Mariano Salas instauró nuevamente el federalismo en la república. Como consecuencia, el Departamento de Michoacán recobró su calidad estatal aunque perdió el territorio de Colima.
 El 5 de septiembre del mismo año, Don Melchor Ocampo ocupó interinamente el Gobierno del Estado. Al año siguiente fue nombrado Gobernador Constitucional Electo de la entidad, reabriendo el Colegio de San Nicolás, dotándolo de un edificio, además de imprimirle un carácter científico y laico.
El 1849, Michoacán ratificó el Acuerdo del Congreso de la Unión y cedió el municipio de Coyuca, para formar el Estado de Guerrero. En 1852, Don Melchor Ocampo es electo nuevamente gobernador del estado, renunciando posteriormente. Le sustituyó Francisco Silva, el cual después de varios pronunciamientos centralistas, disolvió el Congreso Local. Morelia fue tomada por el conservador José de Ugarte, a quien se le nombró Comandante General del Estado en 1853. A partir de esa fecha, el estado se consideró Departamento y el grupo conservador se tomó violentamente al perder, iniciándose una guerra intestina. Los libe rales michoacanos se afiliaron al Plan de Ayutla, en 1854 y se levantaron en armas. Destacaron por su participación: Gordiano Guzmán, González Ureña, José Ma. Ramos, Santos Degollado, Epitacio Huerta, Manuel García Pueblita y Don Melchor Ocampo, el cual fungió como ministro del gobierno liberal. Al triunfo liberal, se instaló como gobernador a Gregorio Ceballos. El 13 de diciembre de 1856, se decretó una nueva división política en el Estado, con seis departamentos: Morelia, Zamora, Púruandiro, Zitácuaro, Uruapan y Tacámbaro. El doctor. Miguel Silva ejerció el cargo de Consejero Decano de enero de 1856 a junio de 1857. El 29 de mayo de 1857, fue jurada la Constitución, ante la oposición centralista y clerical, siendo electo Gobernador Constitucional, el General Santos Degollado. Por disposición general de la República, el municipio de Contepec, dejó de formar parte del estado de Guanajuato y se incorporó a Michoacán.
 Los poderes locales rechazarón el pronunciamiento de Comonfort y permanecieron apegados a la Constitución. Michoacán destacó en estas luchas por su apego al derecho, que emanaba de la defensa de la soberanía estatal. Durante este período, se aplicaron las leyes de desamortización y enajenación de los bienes eclesiásticos. el gobierno estuvo a cargo de Epitacio Huerta, quien no sólo combatió directamente a los conservadores sino que organizó el gobierno estatal. En mayo de 1861, fue abierta la sesión del XI Congreso Constitucional el cual declaró a Epitacio Huerta, gobernador constitucional. El 3 de junio de 1861, es asesinado Melchor Ocampo, por una gavilla de centralistas. Ocampo, llevó a cabo hasta sus últimas consecuencias, las reformas más radicales, y los conservadores, intentaron frenar el proceso de la Revolución de 1854, dejándola sin uno de sus mejores hombres. El Congreso Local declaró a Ocampo, Benemérito del Estado y a partir de esa fecha, lleva el nombre de “Michoacán de Ocampo”.
 Durante la intervención francesa de 1861, el gobierno local se manifestó en contra de la invasión y declaró, en un manifiesto, que no reconocería ningún acto que emanara del poder invasor, el cuál a través de las armas, avanzaba en el país. El día 30 de noviembre de 1863, fue tomada la ciudad de Morelia, por lo que se trasladó el gobierno a la ciudad de Uruapan, estableciéndose ahí los poderes locales.

En Michoacán, destacaron por su participación en la defensa de la soberanía nacional, el General Régules, Manuel García Pueblita, Vicente Rivapalacio, entre otros. Las poblaciones fueron violentamente dañadas, la de Zitácuaro por ejemplo, fue saqueada y quemada por los franceses. Entre muy pocos triunfos y grandes derrotas, los ejércitos republicanos lograron derrotar al enemigo, considerado en ese tiempo, el mejor ejército del mundo. El 5 de febrero de 1857, fueron derrotados los franceses en Zamora y días después fue desalojada la ciudad de Morelia, restituyéndose su carácter de capital del Estado, asimismo, se desconociero n las disposiciones y cambios territoriales, impuestos por el Imperio.

Con el pronunciamiento del Plan de Tuxtepec, Porfirio Díaz llega al gobierno de la república, iniciando una dictadura militar.
 En Michoacán, el General Díaz, impone a Don Mariano Jiménez, el cual después de varios períodos, es sustituido por Aristeo Mercado, quien gobernó en 1891 y se reeligió en los períodos de 1896, 1900, 1904 y 1908.

Para el año de 1907, nuevamente se reformó el territorio de Michoacán. Por Bando Presidencial, pasaron a formar parte del estado de Guerrero, los pueblos de Pungarabato y Zirándaro, quedando como límite natural el Río Balsas.
                                            
Durante este período, se dio entrada de compañías y capitales extranjeros, que explotaron de manera irracional los productos naturales del estado y del país, principalmente materias primas de exportación, tales como minerales y maderas. Además, hubo despojos de tierras a los campesinos y se inició su concentración paulatina en manos de los hacendados.

Para el año de 1908, Aristeo Mercado se reeligió por cuarta ocasión, por lo que un grupo de profesionistas liberales se organizó para apoyar la candidatura del Doctor Miguel Silva González, para gobernador del estado lo cual pudo llevarse a cabo en vísperas de las elecciones presidenciales de 1911. El movimiento revolucionario en Michoacán, fue iniciado el 10 de mayo de 1911, ante la proclama maderista por el entonces Subprefecto de Santa Clara del Cobre, el Señor Salvador Escalante, quien por estas fechas recorrió las poblaciones de Ario, Tacámbaro, Pátzcuaro y Morelia, sin encontrar mucha resistencia. El gobernador Aristeo Mendoza renuncio el 13 de septiembre, mientras Escalante se sumó a la candidatura de Miguel Silva , quien durante su campaña tuvo varios enfrentamientos con el partido católico encabezado por José Urgarte. Silva fue electo el 16 de septiembre de 1912, tomó posesión de su cargo y se retiró con licencia en mayo de 1913.

La ofensiva revolucionaria después del asesinato de Madero y Pino Suárez, estuvo bajo el mando del General Gertrudis Sánchez, quien se constituyó en el primer gobernador revolucionario. Después de intensas campañas por el territorio michoacano, contra los federales a cargo del General Jesús Garza González, Sánchez entró a la ciudad de Morelia el 31 
de julio de 1913 y asumió el cargo de gobernador hasta el año de 1915. Durante su gobierno, se ocuparon muchas propiedades que habían pertenecido al clero; se arreglaron los asuntos públicos en todos los ramos; y se crearon las secretarías de educación administración de bienes intervenidos y la de asuntos agrarios. Le sustituyó el General Elizondo, quien fue nombrado por Obregón en 1915 y duró hasta 1917. Fundó la Escuela Normal para Profesores y reformó las Leyes sobre educación. En su tiempo fueron electos los diputados para el Congreso Constituyente (entre ellos Mújica y Romero Flores).

Sucedió en el gobierno a Elizondo, el General José Rentería Luviano, quien entregó el gobierno a Pascual Ortiz Rubio, el cual tomó el poder el 6 de agosto de 1917, hasta el año de 1920; dentro de su gobierno se fundó la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Electo por votación popular, el 22 de diciembre de 1920, Francisco J. Mújica no contó con el apoyo federal, por lo que el senado declaró desaparecidos los poderes estatales, teniendo que retractarse, ante la evidencia del apoyo popular con que contaba Mújica. Cuando Obregón fue presidente, el conflicto se agravó más. Le reprochaban a Mújica que permitiera manifestaciones populares en las que se criticara al ejército y la autorización del periódico “El 123”, por ser de ideas socialistas. Mújica fue hostilizado y obligado a renunciar al gobierno local e incluso fue desaforado por Obregón. Durante su gobierno, las organizaciones obreras tuvieron también muchos enfrentamientos y fueron combatidos por las organizaciones religiosas, hasta llegar al asesinato en un acto público del joven líder obrero, Isaac Arriaga, en 1921.

Después de la ocupación Huertista en el país, tomó el mando en la entidad Enrique Ramírez quien enfrentó la guerra cristera que se utilizó para frenar los repartos agrarios y la organización campesina. Los hacendarios y el partido católico en Michoacán, habían desatado el movimiento cristero desde 1926, al ser clausurados los Colegios Seminarios de Morelia y Zamora.

En 1928, el 16 de septiembre, fue electo gobernador del estado el General Lázaro Cárdenas, al cual le tocó apaciguar la guerra cristera, canalizar la lucha agraria, tratar de desfanatizar la entidad reorganizar el gobierno a través del fortalecimiento de los ayuntamientos, repartir 400, 807 hectáreas a 24 mil ejidatarios y organizar la Confederación Revolucionaria de los Trabajadores. Gobernó la entidad hasta el año de 1932.

Después de varias reformas, y durante el gobierno constitucional del Lic. David Franco Rodríguez, el Congreso de Michoacán de Ocampo reformó sustancialmente la constitución vigente, sancionada en la ciudad de Morelia el 31 de enero de 1918. Las substanciales modificaciones fueron firmadas por los Diputados Locales el 29 de diciembre de 1959. Con motivo de estas reformas, la Constitución de Michoacán actualmente consta de 165 artículos, conserva los 10 artículos transitorios de la decretada en 1918, y se divide en XI títulos.












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